"Quién dará vida al bello esclavo sino su amo?. Sus rasgos pueden ser perfectos y su cuerpo hermoso, pero sólo su señor posee el corazón del siervo que vive por y para el placer de su dueño. De su amante y de su dios. El es sólo un pobre perro triste si le falta la mano que sujete la cadena con firmeza y afecto. Solamente es carne sin el alma que le regala el amo al fecundarlo de amor"
ANDREAS

domingo, 23 de enero de 2011

52 La presentación

Diego salió a recibirlos y le indicó a Alejandro que lo esperaban su amo y su amigo en el salón. Isidro se abrazó efusivamente a Alejandro y no perdió tiempo en preguntarle donde estaba esa criatura que le tenía reservada para él.

Alejandro cambió de tema y le animó a que le contase sus últimas aventuras y correrías, pero Pablo, siempre perspicaz y posiblemente al quite, llamó a su esclavo para que sirviera unos martinis secos antes de la cena.

Diego como si ya lo hubiese intuido, apareció con una bandeja acompañado por los otros dos chavales que le ayudaban a atender a los amigos de su señor. Isidro repasó a Guille de pies a cabeza y no ocultó ni se reprimió al alabar el aspecto del chico. Con eso, tampoco mermó piropos para Alex, por el que casi sentía debilidad desde la primera vez que lo conoció, pero sabía que ese terreno le estaba vedado y no debía malgastar balas intentando cazar lo imposible.



Alejandro se aproximó a los muchachos e hizo la presentación formal de Guille a su amigo Isidro. Guille, como un niño bien educado, sonrió y derrochó su habitual encanto para a agradar a su jefe. Sí. La cuestión era que el chico lo hacía porque el jefe se lo había ordenado, más que por su naturalidad afabilidad con todo el mundo. El crío no era nada tonto y se percataba que algo se tramaba respecto a su futuro, pero no quería aceptar la conclusión que empezaba a vislumbrar. No podía ser cierto que su jefe pensase en entregarlo a otro tío o dejarlo marchar de su lado. Y se preguntaba si Alex sabría algo de eso y no se lo hubiese ocultado. Y, a su vez, Alex empezó a entristecer la mirada y Diego le pidió que lo ayudase en la cocina.

Podría estar mascándose una tragedia pero Alejandro en ese momento sólo veía las artimañas de Isidro para caerle bien a Guille. Y Pablo contemplaba el desarrollo de la galante representación como si fuese la reina virgen asistiendo de incógnito a un drama de Shakespeare.

Diego quiso saber que le ocurría a su amigo Alex y éste se desbordó en confidencias: “Me huelo que mi amo está poniéndole delante de los ojos a Guille para que se lo lleve. Y el muy idiota de Guille le sonríe a Isidro como un puto buscando clientes. Yo sé que el chaval no quiere irse con nadie que no sea su jefe, como le llama a mi dueño. Y además somos muy amigos y lo quiero mucho porque es un buen tío y lo pasamos en grande los dos juntos, pero esta noche no entiendo que le pasa. Es como si quisiese caerle bien a ese tío. Puede que mi señor tenga razón al decir que Guille no es un juguete para entretenerme a mí y que tiene derecho a una vida llena de amor junto a un hombre que lo ame también. Pero Guille me dijo que prefería estar con nosotros aunque mi amo sólo lo use como objeto sexual. Sin embargo, yo sé que a mi amo le gusta mucho estar con Guille y usarlo como a mí. Y también sé que le quiere de otra forma diferente a como me ama a mí. Además en todo este tiempo que llevamos juntos, lo pasamos bien los tres y nunca hubo problemas entre Guille y yo por nada. Ni siquiera me peleé ni una vez como pasó contigo. No tengo celos de él, ni me duele que mi amo lo bese y le haga caricias. Al contrario, me gusta verlos porque entiendo lo que sienten al hacerlo. El problema es que a mi señor le preocupa que Guille sea infeliz si se enamora de él”. “Y no crees que ya lo está?”, preguntó Diego. Y Alex contestó: “Sí. Me temo que sí. Por qué no se puede amar a dos personas de la misma manera?”. Diego abrazó a su amigo y le dijo: “Alex, tú amas a Guille como a tu amo?”. “No. Es diferente. Guille y yo somos más que hermanos y mi señor es el amor de mi vida.


Es el hombre que me hace temblar y padecer escalofríos cuando me mira antes de penetrarme. Y con Guille me divierto y me hace compañía. Comprendes?”, alegó Alex.

Pero Diego añadió: “Y no entiendes la postura de tu amo?. O es que estás celoso porque Guille sea amable con otros?. El es muy agradable y simpático con todo el mundo, ya lo sabes. Y es probable que necesite que ese hombre que también le hace perder el sentido y lo llena totalmente, no sólo de polla y semen, le ame y amarlo él con todo su corazón. Es tu amigo y te quiere mucho, tanto o más que yo, pero no es un perrito para que te haga compañía y juegue contigo. Alex, sé que es duro para ti, pero deja que tu amo resuelva esto, porque seguro que lo hará bien y en beneficio tuyo y de Guille, sobre todo...... Y que no te vean llorar. Se un hombre y saca pecho para volver al salón. Hice una receta nueva que te vas a chupar los dedos!”. “Hasta ahora me caía bien Isidro, pero le estoy cogiendo manía”, aseguró Alex. “No digas tonterías, que él no tiene la culpa, ni por el momento ha hecho nada reprochable. Dame un beso y limpiate los mocos”, dijo Diego. Y salieron otra vez de la cocina para reunirse con el resto de los asistentes a la cena.

Alex se acercó a Guille, que seguía de palique con Isidro y le contaba al crío su último viaje a la selva africana para hacer un safari fotográfico, y disimuladamente le tocó en la mano para atraer su atención. Guille miró a su compañero y le pidió con los ojos que no lo dejase solo con aquel tipo, pero advirtió la irritación en los de Alex y se excusó con Isidro alegando que tenía que ir a mear. Y acto seguido le dijo a Alex que lo acompañase porque no se acordaba donde quedaba el baño.

Una vez solos, Guille le preguntó a Alex el motivo de la irritación de los ojos. Y el otro chaval le espetó que era un puto y por eso tenía los ojos así. Y añadió: “No te da vergüenza coquetear con ese tío como una tía buscando quien la folle?. Es que ya no te importa el jefe”. Guille se quedó parado en principio, pero reaccionó dándole una torta en la cara a su amigo. Y le dijo: “Yo no hago nada de eso. Me entiendes?. Y claro que me importa el jefe y tú, so mamón!. No tengo por qué ser desagradable con Isidro, porque no ha hecho nada malo, que yo sepa. Y además cumplo órdenes del jefe. El me dijo que fuese amable con ese amigo suyo. Y aunque me cayese gordo y no lo soportase, cumpliría lo que desea el jefe..... Y por eso has llorado?. Tú no sabes nada de lo que barrunta el jefe respecto a mí y ese tipo?”. “Cállate, cabrón. Que no se entere el amo. Pues claro que no sé nada de eso, ni quiero que te vayas con él!”, repuso Alex. Y el otro también añadió: “Y de la torta que te di tampoco, que nos brea el culo con el cinto esta noche. Y yo lo que necesito es que me folle y me bese, porque me siento mal”. Alex abrazó a su amigo y lo besó con todas sus fuerzas, diciendo: “No quiero que nos separen, ni que te vayas con otro para que te de por culo. Me gustaría que esta noche durmiésemos los dos con el amo y nos follase sin parar hasta quedar extenuados”. “Ya me gustaría. Pero tampoco hay que acabar con él en una noche. Digo yo!. Con un par de polvos a cada uno ya vamos servidos. Que nos suele meter caña a saco y nos llena a tope!. No crees?”, alegó Guille. “Sí. Pero que nos deje saciados hasta por los ojos. Yo también lo necesito”, afirmó Alex.



La cena, como siempre, fue exquisita y no se pudieron echar más flores al cocinero. Pero Alejandro no estaba sentado en su silla por entero, sino que su mirada no se apartaba ni un minuto de Isidro y Guille, que estaba sentado al lado del rico. Alex tampoco dejaba de verlos, pero los ojos de su amo centelleaban con la típica luz de la posesión y el afán de defender su territorio. En su cabeza empezó a girar la insoportable sensación de pérdida de una de sus posesiones especialmente estimada y el sentido y necesidad de retenerla en su mano se hacía más fuerte por momentos. Reconoció para sus adentros que Guille estaba espléndido esa noche y su belleza se le multiplicó por mil ante sus ojos avariciosos por tenerlo en sus brazos y no dejar que se lo arrebatasen. El había descubierto a ese chaval y le cambió la vida no sólo al follarlo. Y aunque no le amase como a su esclavo, era indiscutiblemente de su propiedad. No tenía por qué regalárselo a nadie por muy amigo de la infancia que fuese. Guille no era un caso igual que el de Diego. Este otro muchacho era tan diferente al resto como su Alex. Y era tan único como su esclavo. Y entonces por qué estaba consintiendo que Isidro le dorase la píldora al chico?. Ya le salían por los pelos y no sólo de la cabeza sino de los cojones también, los leones , leopardos, búfalos y la madre que parió a Africa y todos sus animales salvajes!. Joder, para el Isidro de los huevos y sus grandezas!. Y eso que le había dicho que no fardase de cuartos. Pues a poco más ya le habría ofrecido al chaval el mundo en bandeja de plata. “Será capullo!”, se decía Alejandro, cabreado como un mono africano para estar a juego con las andanzas de su amigo.

Y por fin terminó la cena y no hubo los postres acostumbrados en otras ocasiones, porque el horno esa noche no estaba para bollos. Y Alejandro se largó temprano con sus dos críos e Isidro se quedó charlando con su amigo Pablo y su esclavo Diego de los planes que ya tenía pensados para su nueva vida con Guille. Pero Pablo le dijo que estaba poniendo el carro antes que los bueyes y que no corriese tanto que todavía no tenía la perdiz en el morral.

1 comentario:

  1. ay chico me estas matando con la intriga! el proximo capitulo cuando??? lo quiero yaaaaaaa jajajaja
    Besos Maestro!!

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